Por Sol Vilar García
El principal riesgo de tener elevado el colesterol total en sangre son las enfermedades cardiovasculares. Hay ciertos factores que incrementan el riesgo de padecerlas, algunos no son modificables como nuestra edad, antecedentes familiares o sexo y hay otros sobre los cuales podemos actuar para disminuir el riesgo siguiendo ciertas pautas.
– Cambios en la dieta:
Los cambios que realizamos en nuestra dieta no deben ser solo orientados disminuir la ingesta de grasas para bajar el colesterol, ya que hay otras pautas dietéticas que tienen una relación directa con el aumento de los factores de riesgo cardiovascular y que debemos tener en cuenta.Los niveles altos de homocisteína, que es un aminoácido producido por nuestro organismo, incrementa el riesgo de ECV. La ingesta adecuada de vitaminas B6, B12 y B9 (ácido fólico) intervienen en el metabolismo de esta, regulando su concentración. De esta manera la ingesta de alimentos que contengan este tipo de vitaminas puede favorecernos.
- Las lipoproteínas de bajo peso molecular, LDL o “colesterol malo”, se encargan principalmente de llevar el colesterol hasta las células y depositarlo en los tejidos y, cuando se encuentra en exceso, en las arterias. Cunado las LDL están oxidadas son más aterogénicas, por lo que la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes (selenio, vitamina C, vitamina A…) es imprescindible a la hora de frenar este proceso.
- El almidón resistente, presente en alimentos como leguminosas, cereales integrales, avena o semillas, resiste el proceso de digestión y se fermenta en el intestino grueso por las bacterias originando ácidos grasos de cadena corta que ayudan a reducir los niveles de colesterol.
- Un aporte importante de fibra soluble e insoluble que se encuentran en frutas frescas y secas, vegetales, legumbres y semillas mejora la salud intestinal y ayuda a reducir el colesterol y la glucosa en sangre; contribuye a la regularización del tránsito intestinal, produce saciedad, por lo que regula la ingesta de alimentos en exceso, y reduce los picos de azúcar en sangre, por tanto la cantidad de insulina, la cual estimula la principal enzima que participa en la síntesis de colesterol en el hígado.
- La concentración de las LDL Y HDL va directamente relacionado con la calidad de la grasa que ingerimos, no solo con la cantidad. Las grasas saturadas aumentan la síntesis hepática, las LDL que transportan el colesterol malo, pero no todos los AGS influyen de la misma manera. Hay estudios que demuestran que algunos de los mas aterogénicos son el mirístico y palmítico (presentes en el aceite de palma o la manteca). Los ácido grasos poliinsaturados y monoinsaturados presentes en el aceite de oliva o en el pescado tienen un efecto beneficioso, reduciendo los niveles de colesterol‐LDL y aumentando los de colesterol‐HDL. Por lo que es importante mantener una dieta rica en ácidos grasos saludables procedentes del pescado y del aceite de oliva y regular los ácidos grasos saturados procedentes de grasas animales o vegetales.
– Eliminar el tabaquismo, ya que debilita las paredes vasculares e incrementa el riesgo cardiovascular.
– No aislar el problema metabólico con el colesterol y considerar otros factores de riego como la hipertensión o la diabetes (resistencia a la insulina) siguiendo pautas para corregirlos.
– Aumentar la actividad física periódica.
– Consumir algún complemento alimenticio natural sin efectos adversos que nos ayude a corregir estos niveles metabólicos patológicos que incrementan el riego a padecer una enfermedad cardiovascular.
Dibecol Forte®, de mundonatural, es un complemento alimenticio a base de levadura de arroz rojo, recomendado como complemento para mantener los niveles de colesterol sanguíneo. Incorpora la coenzima Q10 y el extracto de cardo mariano. La Monacolina K de arroz de levadura roja contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. El efecto beneficioso se consigue con la ingesta de 10 mg de Monacolina K procedente de preparados fermentados de arroz de levadura roja.
